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La vida es como un viaje siempre debemos estar seguros de llevar lo necesario, muchas veces cargamos con cosas que nunca usamos, o se nos quedan algunas que más adelante compramos para llegar a donde vamos, pero quien no sabe ni de donde viene y mucho menos a donde va, no puede tener claro que le hace falta, tampoco que lleva de más, es por lo que nos encontramos con personas que no tienen idea cuál es su camino, tampoco el destino que están buscando.
Las paradas tienen dos fines, uno para descansar del viaje y otra abastecerse, aprender a ser un buen viajero te ayuda a identificar que cada paso es diferente y que debemos dejar atrás piezas y personas que no van al mismo ritmo, no podemos detenernos por cosas que no tienen sentido ni aportan nada en el camino, siempre se desecha y recarga de lo indispensable.
En el descanso respirar profundo, cargar energías y volver a la ruta, mirar el pasado nos ayuda a impulsarnos hoy, todo lo que hemos avanzado con caídas, perdidas o traiciones son las que nos hacen ser mejor hoy, despojar la maleta de amargura, tristeza y rencor para que la carga sea más fácil de llevar, lo que nos espera delante depende de lo que dejas detrás.
Aun cuando nos quitemos nos alcanza lo que nos corresponde y llega en su momento, concentra la energía en lo positivo que necesitas para que cuando estemos a oscuras tengamos la claridad de nuestro pensamiento para orientarnos en el camino correcto.
Disfrutar del camino se convierte una forma de vida que apoya cada aprendizaje, queriendo prepararnos para algo mejor, las situaciones de molestias, mentiras, injusticias, sucesos, emocionantes, dolorosos, alegres, divertidos y sin sentido son pasajeros, no las guardemos como un trofeo, lo único que hacen es peso en el viaje.
Dudar es parte del plan, pero no de arriesgar, salir y buscar un norte para seguir de la mano de Dios, el siempre va por delante y todo depende de nosotros como afrontemos los sucesos y tiene que ver con la brújula interior, siempre que esté libre de maldad el instinto nos orienta como si fueses en un auto mágico, conducido por la fe.
Existen eventos que nos ponen a prueba, muchos de estos son de forma dolorosa, pero no sabemos cuan fuerte somo hasta que la superamos, los hechos que estamos viviendo en esta temporada, nos dan un espaldarazo para trabajar con empatía, poder admirar todo lo que nos rodea, dar apoyo al que lo necesita de forma automática como lo hacemos en algunas otras actividades que no pensamos para reaccionar.
Todos hemos pasado por tropiezos cuando las circunstancias se prestan para mal interpretaciones, lo único que nos ayuda en ese momento es nuestra intensión, ya que esa fuerza interior hace que lo que es negro se convierta en blanco y lo blanco pueda permanecer intacto, muchas veces es importante pasar por estas fases que nos ayuda a entender que nada debe ser en automático y que es sumamente elemental buscar balance y reorganizarse.
Contamos con un recurso que nos ayuda a comunicarnos de manera efectiva, es la verdad y desde el corazón se pueden lograr cosas que sentimos que son inalcanzables, llenamos nuestro entorno de posibilidades y vemos las oportunidades de mejores tiempos. Tan solo aclarar las cosas con todos los que nos rodean es un comienzo para alinear las energías de forma positiva por un bien en común.
Estamos en momentos de incertidumbre y no podemos detenernos, fundamental que cada uno tome el rol que le asegure retribuir lo que hasta ahora teníamos ganado, se acercan tiempos difíciles para quienes se oponen a la transformación, de hoy en adelante existe sentido de urgencia para los servicios que prestamos ya sean desde la familia o lo profesional. La medición de la respuesta en tiempo oportuno, no podemos quedarnos estáticos ya que la evolución esta en renovarse y reinventarse.
Se dice que el tránsito por la vida es una escuela, se convierten en lecciones que debemos superar para mejorar a través del aprendizaje que dejan, estas situaciones nos ayudan a madurar, tomemos estas enseñanzas para sacarles provecho y seamos mejores individuos, pero siempre trabajemos en pro de todos y no de sí mismo, levantemos la mirada para agradecer y superar una prueba más.
Escuchando hoy la misa, sobre el don del perdón, es increíble como una palabra tiene tanto peso en la vida de muchas personas, el no decidir soltar para corregir con respeto y misericordia un sentimiento de dolor profundo que no lleva a nada bueno. El nivel de consciencia plena debe estar conectado con la realidad y aprender que no todo lo que ocurre es para mal. Como podemos entender la importancia del perdón si nunca lo hemos aprendido, ni sentido.
La sanación es íntima y profunda con todos esos demonios que nos inculca la sociedad de hoy, los roces de la vida diaria llegan a generar conflictos, lucha y hasta muchos pensamientos negativos que si se dan quisiéramos cambiar o recoger lo dicho. Ante las agresiones, muchas veces reaccionamos con acciones de injusticia y molestia, son las palabras los dardos incisivos en las relaciones, no importa cuales sean los lazos, siempre rompen y dañan sentimientos y vínculos.
No es un acto religioso el perdón, tampoco este es la ausencia de justicia, es un sentimiento que se arraiga profundamente en el ser y liberarlo puede ser considerado un acto de débiles, pero para perdonar se debe ser muy valiente, el aceptar defender la vida y su dignidad, sin violencia sino con amor al prójimo.
Juan Pablo II afirmó: “No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón… y no hay perdón sin arrepentimiento, y podemos añadir sin resarcimiento…que se hace necesario”.
Primero perdonémonos a nosotros mismos por no estar o lograr lo que nuestros sueños han formado como una película que no ha llegado a completarse, por que no mas bien comenzamos a ver la vida con amor, hacer lo que nos gusta con pasión para que llegue la luz que nos guía a construir realmente el camino que debemos vivir, perdonarse es un paso de amor y generosidad que puede abrir puertas impensables con caminos increíbles de crecimiento.
Hay que recordar que todos somos iguales, ¡aun cuando seamos diferentes!, la desigualdad sin importar el tipo que sea siempre trae consigo resultados en lo personal o profesional, muchas veces son negativos, estos vienen arraigados con sentimientos que producen estados emocionales influyentes en las acciones que se toman diariamente. Los estados emocionales tienen tanta influencia en nuestra conducta, que para identificar determinados patrones de acciones que se generan de estos, es imperante hacer un alto y aceptar que necesitamos un cambio.
Moderar el pensamiento que es el que actúa como una barrera, pero la pregunta es ¿cómo aprendemos a manejar nuestros sentimientos?, podemos lograrlo si estamos convencidos que necesitamos esa transformación. Aceptar que algo no esta bien cuando la conducta siempre ha sido igual es difícil, pero no imposible, poder hacer los correctivos a tiempo puede hacer la diferencia no solo en quien lo entiende, sino también el entorno siente el estimulo que marca un camino de aprendizaje y crecimiento personal, inicia un nuevo estado que puede dar cierta sensación de regresar, pero así de la nada se da un solo episodio que nunca antes podría suceder o creíamos que se daría y da animo a seguir con el esfuerzo.
Este estimulo hace que toda la energía que tenemos pueda alinearse como una barrera ante las condiciones despiadas que nos pone el transito por este mundo y es donde comienza el creer en si mismo por encima de las dificultades o adversidades para alcanzar siempre la felicidad.
No debemos dejar que nada ni nadie pueda hacer que perdamos el balance que nuestra existencia debe tener, la falta de empatía o discordia en otros debe ser pasajera si sembremos amor, sigamos adelante con fe, creer en nosotros mismos aun cuando delante venga una manada, esta podría pasar sin dejar ningún rasguño y todo depende de la actitud con que la enfrentemos.
Decía mi abuelita nada es imposible en la vida si te lo propones, solo regresar de la muerte no creo que es una opción, pero tiene toda la razón este pensamiento ya que las limitaciones son la madre de la pereza y este es un pecado, que barreras ponemos para no avanzar y decir que no se podrá, ponemos todos los obstáculos antes de diseñar una propuesta que nos de la satisfacción de vivir con pasión y llegar a cumplir con todos esos sueños que de toda la vida están presentes.
Una vez nos toco hacer visita a una casa de ancianos, el impacto de sus historias es increíblemente absorbente, algunos hablan con tanto amor de lo que disfrutaban de la vida y que están aprendiendo a vivir una nueva etapa, pero otros no querían ni hablar, se decía que nadie los visitaba, que su estadía se la pasan renegando, se sentía que tienen mucho dolor en su corazón, tanto insistir alguno de estos nos conto que quiso ser toda su vida que no lo logro y el único consejo es que nunca dejes de hacer y ser quien realmente quieres.
Todos tenemos historias diferentes pero la derrota no es la opción en este momento, cuantos de nosotros están pasando por el momento más difícil de su vida, pero estamos vivos y mientras existe vida tenemos esperanza, si en decidir que quiero y como lo quiero, en vez de sentarte a envenenar el alma, desarrolla una mejor versión de ti, aprende a que todo es pasajero y que se acaba el tiempo para perder más.
Empezar con ser sinceros con uno mismo, identificar ese interior que guarda algunos escombros y detrás tienen la luz tan tenue que no deja respirar con fuerzas para decir yo puedo, no esperes que nadie te de una palmadita para salir adelante, solo intentarlo es lo que hace que puedas lograr lo imposible, que pensaste tomar las riendas de tu propia vida, sin vivir a través del no se puede, no estoy preparado, no quiero que nadie lo sepa, que dirá la gente y muchas mas excusas que te dejan en el mismo punto.
Cada uno hace lo que le parece no puedes pretender que alguien haga algo por lo que ni tu mismo sabes que quieres, se fuerte y acepta que debes ir por lo que una vez soñaste sería tu vida, sal de la rutina, deja de ser ordinario para convertir tu estadía en extraordinaria y disfrutar al máximo cada respiro por el que hoy estas en vida.
Sin lugar a duda es un tiempo de transformación que trae consigo algunas secuelas que no se notan a primera vista. Nos enfrentamos a una nueva realidad que no será igual a la que teníamos, ahora como soltamos todos los procesos emocionales que nos invaden del pasado sin preocuparnos por lo que estamos viviendo.
Encontrar la fórmula perfecta para identificar esas sensaciones de ahogo, frustración, tristeza y quien sabe cuántos más sentimientos y emociones que pueden invadirnos en este momento puede degenerar algunos rasgos patológicos, en este momento podríamos comenzar a creer que esas emociones o sentimientos que estamos afrontando son normales.
Lo primordial es centrarnos en el momento presente, dejar de consumir tanta información negativa y ocuparse de lo que es el presente con aprender, resolver, ayudar a otros. Tengamos una planificación para juntar la familia, desarrollar rutinas de compartir y aprovechar el tiempo de convivencia en casa.
Comenzar a potenciar la emocionalidad, con meditación, rutina de ejercicio, buscar opciones que puedan ser elementos de construcción de una nueva forma de vida, impulsar esa tarea que siempre nos dio vueltas en la cabeza y no se encontrábamos tiempo, investigar sobre un tema en particular, emprender en una tarea que nos guste y se pueda compartir.
No quedarse estático ya que el movimiento es la diferencia para avanzar y reponerse en tiempos difíciles, reinventarse sobre una base sólida, aceptando lo que no podemos controlar y creando lo que se debe mejorar. La vida es una solo recuerda que debemos vivir felices, nada está escrito todavía, se tú quien comience con las primeras líneas.
¡NUNCA SABEMOS QUE TAN FUERTES SOMOS HASTA QUE SER FUERTES ES LA ÚNICA OPCIÓN!
La condición con la que tenemos que lidiar en este momento es terrible se torna en desestabilización total, el equilibrio que hasta ahora pensamos estaba en nuestras vidas desaparece y nos hacemos prisioneros del pánico colectivo. Parece que debemos quedarnos en blanco y volver a escribir la historia. ¿Sería esto un llamado de atención?
Tal vez la humanidad no estaba concentrada en lo valioso que es la simplicidad como el amor una palabra con muchas definiciones según cada quien, se dice de un sentimiento o afecto que se da por alguien o algo. ¿Cómo puedo expresar el amor por uno mismo?, tener claro que nos toca aceptarnos con respeto y valor para promover una condición importante por el valor que tenemos como personas.
El reconocer el amor propio puede llegar a renovar esa sensación de estar vivos y alcanzar el equilibrio que nos ha devastado a la humanidad, rencontrar ese estado anímico con toda la fuerza del ser para el bienestar individual, nos puede ayudar a reconstruir nuevamente en esos dones y habilidades que hasta ahora desaparecieron con las obligaciones dejando de lado la felicidad por lo que se hace.
Lo significativo que es amarse a sí mismo antes que a los demás, hace la diferencia en el mundo por el valor para merecer las cosas buenas y ser dignos de amar y ser amados. La felicidad no es una meta, es una forma de vida, el ser felices y aceptarnos tal como somos da paso a vivir en armonía con nuestro entorno.
Cuando reconocemos que vivir vale la pena podremos construir puentes de respeto, buscando en cada día una nueva forma de ser mejores, con momentos importantes que nos ayudan a meditar de qué forma hacer las cosas cada vez mejores, mejorar la percepción y alimentar el espíritu con nuevas formas de ser.
Siempre esperamos el momento para cada escena, postergar todo lo importante en nuestras vidas, se nos olvida ser feliz, dejamos de aprovechar el tiempo en cada segundo, cambiamos la prioridad de vivir a plenitud en sobrevivir, confiamos que mañana será mejor día sin certeza alguna si llegara o no ese momento, creemos que nos alcanzara la vida para todo lo que estamos soñando sin pensar que es el momento es ahora, tal vez la idea es concebida por todo lo que hasta el momento conocemos.
Sin pensar llegamos a creer y dar por hecho que la realidad es lo que vemos, creemos o vivimos, perdemos el sentido de orientación cuando dejamos de creer en nosotros mismos y dar la oportunidad de ser quien hemos soñado llegar a convertirnos, el miedo nos paraliza no nos deja salir de la zona de confort que construimos para pensar que estamos bien y que es lo que nos toca vivir.
Muchas veces no es tan fácil aceptar que podemos lograr lo que nos proponemos ya que las dudas y vacilación crea una atmosfera de incertidumbre junto con todo lo que hasta ahora conocemos, tal vez los valientes son los únicos que pueden lograr lo que se proponen ya que develan los miedos, solo interponemos las dudas antes de concebir una gran visión del presente.
Sentir que volvemos al inicio es impredecible por lo que es preferible mantenerse donde estamos, donde no existe garantía que mejore o que lleguemos al final, solo la esperanza y la fe puede ayudar en tanta oscuridad, como perdimos el sentido de la humildad, tolerancia y empatía, siendo jueces y abogados para condenar todo lo que no podemos controlar.
Apenas podemos identificar que tenemos carencias en todos los sentidos, buscar ayuda en la oración, calmar y tener refugio en la familia para alimentar el alma. Los pensamientos son factor importante para la toma de decisiones, aceptar que cada día es un nuevo comienzo que traen consigo un sin número de oportunidades que nos dan esperanza para ser felices y lograr objetivos impensables.
La vida tiene procesos difíciles que son parte del aprendizaje, mientras más quieres salir menos no lo logras, este ciclo solo se cierra cuando aprendes la lección, las situaciones se vuelven repetitiva hasta que despertamos en un círculo vicioso, debemos comprender que el juego es desde fuera de la cancha, nuestro turno llegó para estar en la banca y no dentro, pero no aprendemos a distinguir cuando dejar de correr sin sentido y abrazar esperanzas ajenas por la sencilla razón de no entender que el ser humano se comporta de maneras misteriosas por lograr acceder al poder.
No importa subir y aplastar al resto, es solo un ideal lograr manejar todo sin capacidad, ni competencias y mucho menos valores, que complicado es estar en la mira de todos y defender la integridad como si fuese un debate diario para quienes no logran comprender que existen personas todavía con lealtad, honradez y probidad porque su personalidad y comportamiento es diferente al resto, por supuesto es un profesional en todo el sentido de la palabra con pasos firmes por la verdad y legalidad de sus actos.
¡La dignidad no se compra, se tiene o no! es la realidad, se dice que el hombre por naturaleza es bueno, se afirma que se corrompe por la sociedad, pues la educación en casa, los valores y principios dan un espaldarazo cuando ese ser ambicioso puede dar la vida por tener todo o parte de lo que asume posee alguien, realmente este personaje es perseverante, constante e impaciente, lo que hace que en algún momento pierda el foco y es cuando las cosas que cree controlar salen en contra.
Creer en Dios, tener fe que todo llegara con calma a su cauce es para los que realmente son creyentes, lo malo no dura para siempre y tampoco pueden seguir haciendo su voluntad sin que llegue el poder divino a poner a cada quien en su lugar. La fuerza interior es un huracán cuando nos encontramos atrapados y asechados por la maldad, es una sensación que nos sacude y no entendemos esa sensación de angustia por perdernos de la realidad que abruma hasta que llega la serenidad en la oración para calmar el alma.
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